Aproximarse al interior de un cuerpo.
Mi obra es intuitiva, la reflexión siempre es posterior y ello me orienta hacia nuevas exploraciones. En éste caso, la imagen de la vagina, me lleva a otra imagen, un cuadro pintado por Courbet, “El origen del mundo” (1865-1866), cuyo título podría enlazar con mi anterior serie; Nebulosas. Una nebulosa son los restos de estrellas extinguidas, pero también el lugar donde nacen nuevas estrellas, orígenes de nuevos mundos.
"El origen del mundo", óleo sobre lienzo, 55x46 cm. Gustave Courbet (1819-1877)
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