jueves, 24 de septiembre de 2009

RETÒRICA DE CAMBRA IV

Éstos escritos con intención filosófica, reflexionan sobre Dios, a la manera panteísta, nunca religiosa, y el ser humano. En ambos se plantean los opuestos, orden-desorden, bien-mal, sin los cuales no podríamos justificar nuestras vidas ni la existencia misma del mundo, el universo y un Dios panteísta.



Diversos (De varis)

La vida, el orden y el espacio infinito están en el macro infinito, donde el orden es una parte minúscula de un gran desorden y talvez de otros estados desconocidos.
No podemos evitar movernos dentro de una caja que ha estado sacudida.
Cuando el ser humano busca la acción correcta a menudo se encuentra delante de si mismo como límite u obstáculo para conseguirla.

El conocimiento de Dios

Podemos llegar a conocer la estructura y composición del sol por el conocimiento que tenemos de otros cuerpos cercanos a el, o por su repercusión en los organismos, o los experimentos que estudiamos sobre su radiación. Éste sería un conocimiento que la mente se forma de un cuerpo que no puede ser observado directamente por los ojos.
El conocimiento de Dios ha de ser un entendimiento abstracto que nos pueda acercar a una estructura de su composición similar a las repercusiones que su fuerza esparce sobre todo aquello que sí vemos.
¿La potencia de Dios puede encontrarse también en el mal? Ello no sería el caso si las fuerzas de Dios fueran en una sola dirección. Pero si fueran fuerzas opuestas las que constituyeran su esencia, entonces deberíamos aceptar el bien y el mal como opuestos de un mismo cuerpo o una misma potencia.

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